Una mujer gravemente herida al ser atropellada por un coche perdió una hija en el accidente y ganó otra - y la mujer en coma ni siquiera lo sabe.
Los médicos de Nueva York indujeron un coma a Sara Friedman, que estaba embarazada, tras ser atropellada por un monovolumen el 2 de diciembre mientras cruzaba la calle 60 con su hija Blima, de 10 años, informó el New York Post.
Mientras la niña era declarada muerta en otro hospital, los médicos del Lutheran Medical Center pusieron a Friedman en coma y le practicaron una cesárea para que naciera una niña sana, según el informe.
Un rabino cercano a la familia declaró al Post que Friedman no sabe nada de la trágica muerte de su hija ni del milagroso nacimiento de su bebé.
"Está en coma inducido", dijo el rabino Jack Meyer. "Ni siquiera sabe que la niña ha fallecido".
Si sale adelante, Friedman -que se encuentra en estado crítico- sólo sabrá de la muerte de su hija después de que la entierren.
La ley jud ía exige un entierro rápido, dijo Meyer, y la familia está actuando de acuerdo con la tradición religiosa, señaló el informe.
"Tenemos que hacerlo lo antes posible", dijo el rabino. "Tendremos que ocuparnos de decírselo después más adelante".
En cuanto a los otros cuatro hijos de Friedman, "les dejamos dormir toda la noche y hoy tenemos trabajadores sociales preparados. Todo se ha puesto en marcha", dijo Meyer al Post.
Su padre, Yakov Friedman, está pasando por una serie de emociones, dijo el rabino.
"No creo que se haya dado cuenta de la realidad", dijo Meyer en el reportaje del Post.
"Es uno de esos casos en los que no sabes si vas o vienes. Nunca había tenido que enfrentarme a algo así. Tuvimos que decirle que los médicos no pueden hacer nada, y 30 segundos después le felicitamos porque tiene una nueva niña", dijo Meyer.
Aún no se ha puesto nombre a la recién nacida.
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