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La demandante, una mujer de 77 años, conducía por Bath Avenue, cerca de su intersección con 25th Avenue, en el barrio de Bensonhurst de Brooklyn. Al pasar por la intersección, su vehículo chocó contra el lado derecho de un autobús público que circulaba por la 25ª Avenida. La demandante alegó que sufrió lesiones en la pierna y el cuello.
La demandante demandó al conductor del autobús y a su empleador, la Autoridad de Tránsito de la Ciudad de Nueva York. Alegó que el conductor había actuado con negligencia al conducir el autobús. Además, alegó que la New York City Transit Authority era responsable subsidiaria de las acciones del conductor del autobús.
La demandante alegó que un semáforo en verde permitía su entrada en la intersección, y sostuvo que estaba siguiendo a otro automovilista que ya había entrado en la intersección. Alegó que el conductor del autobús hizo caso omiso de una señal roja. También alegó que no podía haber evitado la colisión. El conductor del autobús afirmó que una señal verde le permitía entrar en la intersección. Sin embargo, durante el contrainterrogatorio, el testigo reconoció que no estaba seguro del color de la señal.
Reducción cerrada; disminución de la amplitud de movimiento; fijación externa; fractura, C2; fractura, peroné; fractura, pierna; fractura, tibia; fijación interna; reducción abierta; fisioterapia; placa; tornillos.
La demandante sufrió una fractura de la vértebra C2 y fracturas del peroné y la tibia de la pierna derecha. La subieron a una ambulancia y la trasladaron a un hospital. La fractura del cuello se trató mediante reducción abierta y fijación interna de una placa y tornillos. Las fracturas de la pierna derecha se trataron con un dispositivo de fijación externa. Su hospitalización duró unas cuatro semanas, pero los médicos determinaron posteriormente que los componentes fracturados de la pierna derecha no se habían unido correctamente. Así pues, unas seis semanas después del accidente, esas fracturas se trataron mediante reducción abierta y fijación interna de los elementos de fijación, y la demandante se sometió a unos 18 meses de terapia ocupacional y fisioterapia.
La demandante alegó que sufre lesiones residuales permanentes que incluyen dolor que proviene de su cuello y se irradia al hombro de su brazo izquierdo no dominante; una reducción de la amplitud de movimiento de su cuello; y una cojera que le obliga a utilizar un bastón. Afirmó que anteriormente disfrutaba de una vida activa, pero que no puede subir o bajar escaleras con facilidad y que no puede reanudar sus actividades recreativas, como jugar a los bolos o bailar con su marido. También afirmó que el dolor de cuello le impedía masticar y tragar alimentos. Afirmó que podría ser necesaria terapia adicional y cirugía.
La demandante solicitó el reembolso de sus gastos médicos futuros y un total de 10 millones de dólares por su dolor y sufrimiento pasados y futuros.
El abogado defensor sostuvo que la demandante experimentó una notable recuperación. Alegó que los continuos problemas de cuello de la demandante se debían a una artritis preexistente y a otras afecciones preexistentes que afectaban a una zona distinta de la que se fracturó durante el accidente. También afirmó que su pierna derecha se había curado totalmente.
El jurado declaró a los demandados responsables del accidente. Determinó que los daños del demandante ascendían a 10 millones de dólares.
El demandante fue indemnizado con:
2.000.000 $ de gastos médicos futuros
3.000.000 $ de daños morales pasados
5.000.000 $ de daños morales futuros
Total: 10.000.000 $.
Todos los casos se manejan en base a honorarios contingentes, lo que significa que usted no arriesga nada. Nunca hay un honorario de abogado para nosotros a menos que haya una recuperación para usted.
